2015-06-01

El exilio vasco no había sido abordado antes, de manera conjunta, mediante un trabajo monográfico, y mucho menos incluyendo el sucedido en estos últimos 50 años. Euskal Memoria Fundazioa ha dado el paso de afrontar ese desafío, por lo que el exilio, en muchos casos con nombres y apellidos, será el tema del libro que distribuirá entre sus socios promotores a finales de este año. 

Tras un primer capítulo en el que se aborda el concepto de exilio, así como el tratamiento del mismo en sus períodos históricos, un segundo apartado trata de su trayectoria más histórica, desde la conquista de Navarra hasta la Primera Guerra mundial, pasando por las contiendas carlistas y el éxodo de la dictadura de Primo de Rivera. Continúa la investigación con la huida y desplazamiento masivo de la guerra civil, que afectó a cerca de un 15% de la población de Hego Euskal Herria, unas 150.000 personas marcharon al exilio entonces.

El cuarto apartado del trabajo monográfico se centra en el franquismo, con la huida sostenida de unas 800 personas cada año, la mayoría de ellas para evitar el servicio militar. El capítulo se completa con el exilio surgido desde 1960 tras el nacimiento de ETA. A pesar de lo que pueda parecer, la posición del Estado francés fue contraria a ese exilio activo y ya desde 1963 se produjeron las primeras expulsiones y confinamientos de refugiados.

El último tramo del trabajo, el más extenso de todos, trata el fenómeno del exilio desde la aprobación de la Constitución española en 1978, incluyendo las diferentes fases del mismo, el protocolo de extradiciones y entregas de policía a policía, la criminalización de la solidaridad, la clandestinidad y la judicialización y restricción del asilo, que dejó de ser considerado un derecho humano por Madrid y París, sobre todo a partir de la puesta en marcha de la llamada euroorden. Cerca de 3.000 hombres y mujeres huyeron de la tortura y la persecución.

Nombres y apellidos del exilio

Además, Euskal Memoria Fundazioa anuncia el inicio de la ruptura con el anonimato de los exiliados. Exceptuando el éxodo carlista, que pese a su considerable número (35.000 exiliados) no tiene ese tratamiento por falta de documentación, a partir del siglo XX prácticamente todas las huellas humanas tendrán su reflejo en el trabajo. Euskal Memoria, a través de esta herramienta, aspira a recuperar los nombres de todos los exiliados desde 1914 hasta nuestros días.

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