Euskal Memoriako blogak
Memoria de Juan José Crespo Galende
2017-06-14
Joxerra Bustillo Kastrexana
Estos días de junio, concretamente el 19, se cumplen 36 años de la muerte de Juan José Crespo Galende, Kepa, militante comunista revolucionario nacido en Las Carreras (Abanto). Preso en la cárcel de máxima seguridad de Herrera de la Mancha, junto a otros compañeros de causa, emprendió en marzo de 1981 una huelga de hambre para exigir un trato digno a los prisioneros. Una huelga que afrontó con todas las consecuencias y que, cien días después de su inicio, le llevó hasta la muerte.
Algunos creerán que la lucha decidida hasta la muerte de Crespo Galende, como la posterior de José Manuel Sevillano, fue baldía, que nada solucionó. Pero si 36 años después estamos tratando sobre ella, algo tuvo que ver a la hora de catalizar conciencias dormidas, por mucho que la gran mayoría de los medios ningunearon la huelga de hambre a propósito. La silenciaron en un ejercicio de censura preventiva. Tal vez para que no cundiese el ejemplo.
En este blog escribimos sobre la memoria, la popular y la histórica, la que nos trae a menudo zozobras, pero también pequeñas alegrías. Recordar en estas líneas la lucha de Kepa no es sino recordarnos a nosotros mismos. Es bucear en la historia profunda de este pueblo, para reflexionar sobre tantas y tantas batallas sucedidas en estas últimas décadas.
Vista parcial de la prisión de Herrera de la Mancha (Ciudad Real).
Los años sesenta, setenta, ochenta, noventa… han estado jalonados de luchas, unas masivas, otras minoritarias. Todas dignas de memoria. Probablemente la de Crespo Galende sea una de las minoritarias, de las menos recordadas, de las que no encajan en el molde general. Precisamente por eso la traigo al blog. Para que la memoria de una huelga de hambre hasta el final no quede anegada por el paso de los años. Para que conste, una vez más, la generosidad militante de un joven comunista vasco que entregó su vida reclamando unas condiciones dignas para todos sus compañeros políticos presos en Herrera de la Mancha.
No se trata tanto de simpatizar con su ideología, tan alejada de la propia, como de rememorar la pelea de un hombre íntegro que no dudó en llevar hasta sus últimas consecuencias su huelga, consciente de que el Gobierno español jamás cedería ante sus justas reivindicaciones. ●